En el profundor de nuestra espíritu, podemos encontrar la tranquilidad. Cuando nos abrimos al escuchar, podemos sentir la amor de Dios. Él siempre está aquí, observándonos, dispuesto a escuchar nuestras anhelos. https://www.youtube.com/watch?v=R7s-WTJWKVw&t=47s